Las alergias son respuestas exageradas que algunos pacientes desarrollan frente a moléculas o sustancias inocuas como los pólenes, los epitelios de perros o de gatos, los ácaros, los hongos, entre otros. Suelen caracterizarse por causar una especie de “resfrío inmediato”, acompañado de síntomas como estornudos en salva (continuos, 5-10-15, como si no pudiera detenerlos); rinorrea (agüita, secreción acuosa por nariz); picor de nariz, ojos, garganta, piel; obstrucción nasal (aunque el paciente refiera que no tiene mocos) y, ocasionalmente, con ronchas o hinchazón de alguna área (boca, ojos, etcétera).
Cuando estos signos aparecen en ciertas estaciones del año, favorecidas por la misma naturaleza, se denominan estacionales. Ahora bien, cuando permanecen todo el año, las causas pueden ser otras y se denominan perennes (continuas, permanentes).
Sin embargo, estacionales o perennes, todas las alergias comparten un denominador común: la predisposición genética. De acuerdo con la jefa del servicio de Alergia e Inmunología de nuestro hospital, Dra. Lucía Ruggieri, cuando una persona manifiesta alergias (ya sea chica o grande), suele tener uno o más familiares alérgicos y, por ello, tener una predisposición a generar alergias.
Según la profesional, todas las alergias comparten algunos de los síntomas antes mencionados, desembocando en las famosas “rinitis”, “conjuntivitis” o hiperreactividades bronquiales. Y también, todas se desarrollan por una exposición frecuente a un alérgeno en particular. Lo que las diferencia es el desencadenante de los síntomas: “Algunos pacientes suelen manifestar síntomas en estaciones como la primavera o el otoño, ya que es muy alta la polinización en el ambiente. Otros pacientes hacen síntomas ante cambios ambientales: por ejemplo, vivían frente al mar y de repente se van a una zona seca con otra vegetación. O son alérgicos a los gatos, nunca tuvieron un gato, pero cuando forman una pareja con alguien que sí tiene aparecen manifestaciones de alergia. También, hay personas que son alérgicas a medicamentos, a insectos”.
En ese sentido, nuestra especialista indicó que ante el conocimiento de las moléculas que causan las alergias, las personas pueden prevenirlas de la siguiente manera:
Si es alérgica a los ácaros, se recomienda:
-Evitar las alfombras;
-Tener cortinas livianas y acolchados fácilmente lavables;
-Airear los ambientes en ciertos horarios (generalmente después de las 10 de la mañana);
-Evitar las limpiezas que levanten los polvos (esto es, no limpiar con lampazos o plumeros, sino con paños húmedos o mopas).
Por su parte, si es alérgica a los pólenes- si bien es un poco más difícil la prevención (ya que el viento puede transportar las moléculas que le da alergias)- se sugiere:
- No deambular por la calle en días de viento zonda; y
-Seguir las indicaciones que le ha dado su médico (como puede ser la utilización de un spray nasal, tratamientos con antihistamínicos para las épocas de mayor prevalencia de estas sustancias)”.
En cuanto a las alergias ante el epitelio de perros y gatos, o a los pelos, o al látex, la alergóloga señaló que se deben evitar esas moléculas. Además, frente a alergias a insectos como hormigas, abejas y avispas, recomendó visitar (cuando se pueda) al especialista para que este pueda indicar un kit de emergencia de ser necesario.
Para finalizar, consultada sobre el tratamiento para las alergias, Ruggieri explicó que si un paciente tiene sospechas de que es alérgico, debe visitar al especialista: “Este no es un dato menor porque es importante hacer diagnóstico de que son manifestaciones de alergia; una buena historia clínica; estudios para establecer qué tipo de alergia tiene; cuáles son los órganos blancos, los que han sido afectados; y para establecer a qué cosas es alérgico. Hay tratamientos que implican evitar simplemente al alérgeno, otros que responden a medicamentos solamente, y hay otras técnicas o tratamientos (como pueden ser los desensibilizantes o inmunoterapias) que tienden a ordenar el sistema inmune para evitar estas respuestas exageradas”.
Y, para concurrir inmediatamente a la guardia, debe presentar: crisis severas de asma, falta de aire, agitación, cambios de coloración a nivel de las uñas, hinchazones como angioedemas en párpados, labios, dificultad para tragar, urticarias generalizadas y/o sinusitis severas con fiebre, mucha obstrucción nasal o compromiso del estado general del paciente.
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