El Parkinson es una enfermedad progresiva del sistema nervioso que afecta el movimiento, manifestando síntomas gradualmente. Puede comenzar con un temblor casi imperceptible en una o ambas manos, o con rigidez o disminución del movimiento. En Argentina, afecta al 1-1,5% de la población mayor de 65 años. Y suele ser tratada con medicamentos.
Sin embargo, existen situaciones en donde la enfermedad requiere cirugía. Según Alejandro Vázquez, uno de los neurocirujanos del Santa Isabel, la operación de Parkinson está indicada en aquellos pacientes en los cuales la enfermedad avanzó hasta el punto en el que el tratamiento farmacológico ya no es efectivo, y/o en el que los efectos adversos de tanta medicación son perjudiciales para su calidad de vida.
“La evaluación se realiza de manera multidisciplinaria, donde Neurólogos, Neurocirujanos, Psiquiatras y Neuropsicólogos determinan si el paciente es candidato a una intervención o no”, contó el profesional.
El fin de la cirugía, al entender del equipo de Neuromodulación del santa Isabel, se encuentra en mejorar la calidad de vida del paciente, ya que esta patología actualmente no tiene cura. Por consiguiente, la cirugía de Parkinson se lleva a cabo para disminuir los síntomas que perjudican al padeciente, logrando una mejoría notable en el día a día de la persona.
“Los pacientes, además, suelen disminuir la cantidad de fármacos que toman para controlar su enfermedad y logran controlar movimientos involuntarios como las disquinesias, que incomodan mucho su vida diaria. Mejoran su autonomía y logran desenvolverse sin necesidad de ayuda”, especificaron nuestros especialistas.
Según Vázquez, existen dos métodos con los cuales se busca reestablecer un orden entre los núcleos del cerebro que coordinan los movimientos del cuerpo. “Uno es ablativo o lesional, en el cual se produce una pequeña lesión en un núcleo determinado del cerebro. Y, por el otro lado, está la Estimulación Cerebral Profunda, en la cual se colocan electrodos dentro de algún núcleo del cerebro, y mediante un neuroestimulador (como una especie de marcapaso, semejante al cardiaco) se liberan ondas que modulan la función de dicho núcleo”, detalló.
En cuanto al tiempo de internación, el neurocirujano refirió que es corto en general, ya que los pacientes suelen tener su alta a las 72 hs de la cirugía. Y, en cuanto al post operatorio, explicó que dependerá del método aplicado, de tal manera que si se le hizo un procedimiento ablativo, vuelve solo para retirarse los puntos y continúa el tratamiento con su Neurólogo de cabecera. Mientras que si se le colocó un neuroestimulador, es citado 14 días después de la cirugía para encender el sistema y regular la actividad del mismo.
El equipo de Neuromodulación del Santa Isabel lleva 4 cirugías de tratamiento de Parkinson. Contando con la participación del Dr. Fabián Cremaschi, va sujeto a la experiencia de 16 años de estas operaciones. Además, nuestros profesionales han realizado cirugías similares para otro tipo de movimientos anormales, como el temblor fisiológico, las distonías y la espasticidad, entre otros.
El staff está conformado por Neurocirujanos, Neurólogos, Psiquiatras, Neuropsicólogos y por el equipo de Rehabilitación.
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