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Cuando hablamos de parto respetado o humanizado, no hablamos de un tipo de parto en especial, como muchos se imaginan. La Lic. Laura Casabona, Jefa de nuestro Servicio de Obstetricia, explica que el parto humanizado no es una puesta en escena: “Velas, parto en casa sin intervenciones, música de fondo. Aunque puede ser todo eso. El respeto no tiene que ver con el lugar ni la vía de nacimiento, sino con reconocer a la mujer como protagonista de su parto”. La especialista, asegura que la forma de que la mujer se sienta respetada es informándola en todo momento de manera suficiente, adecuada y oportuna y agrega: “Aún si no es posible el parto vaginal, el respeto siempre lo es.”

Entonces, ¿A qué nos referimos con cesárea respetada y humanizada? La Licenciada Casabona la describe en estos puntos:

• La mamá recibe información adecuada, suficiente y oportuna respecto del procedimiento, los riesgos y los beneficios (cuando el parto no es posible, los beneficios tienen que ver con el bienestar maternofetal vs. un parto vaginal).
• La mujer está acompañada por alguien de su elección en todo momento.
• Se contempla la salud emocional además de la física, buscando alternativas siempre que sea posible: ej. Quien acompaña se ocupa de sostener la cabeza; si la mujer lo desea, bajar la tela para que pueda ver el nacimiento de su hijo.
• Se prioriza el contacto de la mamá con su bebé desde el momento de su nacimiento, postergando las intervenciones que no sean estrictamente necesarias. 

El Hospital Santa Isabel de Hungría, adhiere a la Semana Mundial de Parto Respetado y busca concientizar sobre la importancia de cumplir con los derechos de la mamá y el bebé.