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Desde el 13 al 19 de mayo se celebra la Semana Mundial de sensibilización sobre la sal con el objetivo de reducir el consumo de sal y de alimentos procesados, ya que esto ayuda a prevenir la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares. 

El servicio de nutrición del Hospital Santa Isabel de Hungría te brinda algunas recomendaciones para disminuir su consumo: 

✔️ Cocinar sin el agregado de sal: si es necesario, agregar solo un poco al final.

✔️ Priorizar el consumo de alimentos frescos (frutas y verduras) y de elaboración casera, en lugar de los productos procesados y ultraprocesados.

✔️ Utilizar sustitutos de la sal: sazonadores caseros a base de hierbas y especias.

✔️ Disminuir y/o evitar el consumo de alimentos ultraprocesados: salsas y aderezos comerciales, galletitas, amasados de pastelería, fiambres y embutidos, conservas, snacks.

✔️ Saborizar con hierbas aromáticas y especias: albahaca, ají molido, azafrán, cardamomo, clavo de olor, comino, coriandro, cúrcuma, curry, estragón, hinojo, jengibre, laurel, nuez moscada, orégano, perejil, pimienta, pimentón, romero, salvia, tomillo, vinagre, jugo de limón, aceites saborizados, ajo, cebolla y perejil.

✔️ Combinar sabores agridulces: aprovechar las frutas de estación.

✔️ Usar técnicas de cocción que realcen los sabores: plancha, parrilla, vapor, grillado. Las técnicas que producen costra de tostación concentran los sabores naturales de los alimentos.

✔️ Quitar el salero de la mesa.

✔️ Al comprar los alimentos, identificar los sellos negros en el envase (etiquetado frontal).

✔️ Trabajar para deshabituar el paladar al sabor salado. Las personas tenemos la capacidad de ser plásticas. Luego de algunas semanas con menos sal, la preferencia por el sabor salado se reduce y se comienza a disfrutar el sabor natural de los alimentos.

¡Es hora de poner el foco en la SAL! Cuidemos nuestra salud. 

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