Nuestro Hospital recibió la categoría 3B, convirtiéndose en uno de los 5 Servicios de Neonatología en instituciones privadas de la provincia en recibir este reconocimiento.
La Dra. Lorian Párraga, Jefa del Servicio de Neonatología de nuestro Hospital, contó cómo fue el nacimiento de este espacio que comenzó a funcionar cuando el Hospital abrió sus puertas: “Presentamos un proyecto donde traíamos todo el equipamiento tecnológico y profesional. Fue un espacio creado por médicos que vimos la necesidad de la puesta en marcha de un servicio de alta complejidad en el sector privado, ya que anteriormente los casos muy complejos tenían que ser derivados a las instituciones públicas.”
Según la Dra. Párraga, el Servicio tuvo desde su origen un tercer nivel, otorgando todo lo que un recién nacido necesita para que no tenga que ser trasladado a otra institución. La profesional, recuerda que el tercer parto fue de gemelos prematuros extremos, que requirieron asistencia respiratoria y cuidados intensivos.
Un dato importante, es que la Neonatología del Hospital Santa Isabel de Hungría cuenta con un capital humano y profesional de excelencia: “Todos se han formado en instituciones prestigiosas y cuentan con una amplia trayectoria.”- Explica la Dra. Párraga y agrega: “Lo que nos caracteriza, más allá del equipamiento, es que contamos con médicos terapistas del tercer nivel y un equipo de enfermería preparado para brindar un servicio de tercer nivel.” - Y resalta la en la atención - “Somos de los pocos privados que hacemos el uno a uno con el paciente, sobre todo en los casos de alta complejidad, donde los pacientes tienen uno o dos enfermeros a disposición”
El equipo de Neonatología del Hospital, también está conformado por cirujanos, neurocirujanos, fonoaudiólogas, especialistas en estimulación temprana y en kinesioterapia, es decir, un equipo multidisciplinario completo y acorde a las necesidades del paciente.
Otro de los puntos que se tuvo en cuenta, a la hora de que el Ministerio de Salud reconozca a nuestra Neonatología con la categorización 3B, fue la ubicación estratégica del Servicio. El quirófano de Maternidad y Neo no tiene contacto con otras áreas quirúrgicas: “Esto es fundamental para el prematuro, ya que permite mantener la barrera infectológica. Además, la cercanía de la Neonatología con el quirófano de maternidad, permite que el traslado del recién nacido a Terapia Intensiva sea inmediato en un momento en el que cada segundo cuenta” Expone la Dra. Párraga.
Por otra parte, existen otros Servicios del Hospital, que hacen que sea apto para recibir embarazos de alto riesgo. La disponibilidad de la Terapia Intensiva para adultos y de la Unidad Coronaria, entre otros, hacen que la asistencia que pueda requerir la madre del bebé también esté cubierta.
El vínculo con la familia, una unión que perdura en el tiempo
La Neonatología del Hospital se divide en 3 niveles: terapia intensiva, terapia intermedia y cuidados especiales, todos los recién nacidos de alto riesgo pasan por estos sectores. En el sector de cuidados especiales, es donde se generan los lazos que, en muchos casos, trapasan los años. Según explica la Dra. Párraga, en ese espacio sólo se debe esperar el crecimiento del bebé y se genera más cercanía con el núcleo familiar, ya que se le enseña a los padres: “Hay un enfermero al lado del paciente y se le va enseñando todo a la familia cómo administrar la medicación, cómo realizar la alimentación y cómo es el momento del baño, entre otras cosas. El contacto se vuelve familiar y se involucran todos para que ese bebé se vaya a la casa en las mejores condiciones posibles.”
Una vez que el bebé recibe el alta, el contacto se mantiene a través de los consultorios de alto riesgo y seguimiento del prematuro, que dependiendo del profesional, pueden durar desde el primer año de vida hasta los 14 años del niño.
El Hospital, se caracteriza por mantener el contacto con todos los pacientes y todos los años se celebra el día del prematuro en sus instalaciones.
Sobre el trabajo cotidiano, la Dra. Párraga destaca: “Por más de que sea una terapia y sea tan complicado el día a día, da mucha alegría ver a nuestros pequeños creciendo. En la medida de nuestras posibilidades, intentamos estar presentes en las fiestas de cumpleaños de los niños y en sus acontecimientos especiales. Es un contacto para siempre, es muy fuerte la unión que se genera con los bebés tan pequeños y con cuadros tan complejos. Los padres sufren al lado nuestro y crean esta unión con nosotros porque ven el cuidado, la atención y el amor que se les da.”
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