Actualmente las mujeres, y en especial las que son mamás, corren con el mandato de hacerse cargo de todo y de todos. Además de cuidar a sus hijos, muchas trabajan fuera de la casa y realizan las tareas del hogar. Son las mujeres las que en su mayoría, se encargan de contar cuentos antes de dormir, llevar sus hijos al médico, participar en las reuniones del colegio, ocuparse de los cumpleaños, y un resto de actividades imposibles de sintetizar. El común denominador es la sobrecarga de tareas y demandas que surgen de la atención de su hogar, el trabajo y la familia.
La inserción de la mujer en el mercado es un tema que marca una brecha con las generaciones anteriores, como las de sus madres y abuelas. Laura Gutman, escritora y terapeuta familiar, explica el cambio de reconocimiento que experimentan las mujeres, diciendo: “En la actualidad, las mujeres jóvenes recibimos mayor valoración dentro de las actividades visibles en el ámbito público. Antes las mujeres eran más valoradas en el rol materno. Ahora las mujeres somos más valoradas en el rol de trabajadoras“.
El mundo del trabajo saca provecho de esa mujer integral, capaz de gestionar diversos problemas con capacidades casi inéditas. Esta exigencia por un lado y sobreadaptación por el otro no es gratuita. Al prestar más atención a los requerimientos externos que a los internos, a la larga, las mujeres corren el riesgo de sufrir consecuencias en la salud. Cada vez más estudios confirman que el comportamiento multitasking puede poner en riesgo la calidad de las tareas, como así también su salud física y mental. La ansiedad, el estrés, la debilidad del sistema inmune o la fatiga crónica son solo algunos indicadores del impacto en la salud de la mujer que se deben observar a tiempo.
El Dr. Facundo Manes nos aporta otra perspectiva sobre el tema, recordando que nuestro cerebro tiene la capacidad de procesar una cierta cantidad de información por unidad de tiempo en el presente. Tiene dos cuellos de botella: uno es la atención (cuando tenemos dos fuentes de información suficientemente complejas, la eficiencia de una decae como consecuencia de la otra); y la otra, la llamada “memoria de trabajo” (el espacio mental en que retenemos la información hasta hacer algo con ella). Esta memoria tiene una capacidad finita en los seres humanos y es extremadamente susceptible a las interferencias. Cuando se intenta llevar a cabo dos tareas demandantes al mismo tiempo, la información se cruza y se producen muchos errores. Muchas veces se plantea que la multitarea (multitasking) podría ser beneficiosa para entrenar nuestra capacidad para el paso rápido y eficiente entre actividades. Sin embargo, existe evidencia científica de que las personas que funcionan con esa modalidad se dispersan más cuando pasan de una a otra. Y agrega con más detalle: “desde el punto de vista del funcionamiento cerebral, estamos capacitados para realizar muchas tareas, por supuesto, pero debemos focalizarnos en hacer una de estas por vez. Tener muchas cosas para hacer y hacerlas una por vez (que es lo recomendable) no es lo mismo que intentar hacer varias cosas al mismo tiempo. La multitarea tiene un costo cognitivo.”
Por último, desde el Hospital creemos que este día además de recordar y destacar todos los temas importantes y centrales que hacen a la problemática del género y los derechos de la mujer, es también central reflexionar acerca de la prevención y el cuidado de la salud en un mundo en el cual la mujer es y será cada vez más protagonista. Por eso, durante Marzo
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