Con la llegada de los fríos intensos comienza la circulación de virus respiratorios que afectan la salud de personas de todas las edades. Adoptando sencillas medidas de prevención como el lavado frecuente de manos, la ventilación de ambientes, el mantenimiento de la lactancia materna y toser o estornudar cubriéndose la boca con el pliegue del codo, podemos evitar el contagio de las enfermedades que cobran mayor protagonismo durante la estación invernal.
Si bien toda la población es propensa a presentar afecciones respiratorias en esta época del año, la atención debe estar focalizada en aquellas personas que pertenezcan a los grupos de riesgo. Es fundamental que este sector de la sociedad reciba la vacuna gratuita contra la gripe. Para ello deben acudir al hospital o centro de salud público más cercano.
Los grupos de riesgo que tienen indicada la vacuna antigripal son:
• El personal de salud
• Las embarazadas en cualquier trimestre de gestación
• Las puérperas hasta el egreso de la maternidad (como máximo a 10 días del parto si no la recibieron durante el embarazo)
• Los niños de entre 6 y 24 meses de edad inclusive
• Las personas de entre 2 y 64 años, inclusive, con factores de riesgo como enfermedades cardíacas, respiratorias, renales crónicas, inmunodepresión, diabetes y obesidad, entre otras
• Todas las personas mayores de 65 años.
Durante el invierno circulan distintos virus que producen enfermedades respiratorias entre las que se cuentan la bronquiolitis –que afecta principalmente a niños pequeños y lactantes–; la enfermedad tipo influenza (ETI) o gripe; las infecciones respiratorias agudas graves (IRAG) y las neumonías.
Es importante que cuando los niños experimenten síntomas como fiebre, mocos o dificultad para respirar concurran a la consulta médica y si los bebés enfermos se encuentran decaídos y rechazan el alimento; respiran aceleradamente, con ronquidos o silbidos y se les hunde el pecho al respirar se debe acudir de manera urgente al centro de salud.
También existen medidas de prevención que ayudan a mantener alejadas las infecciones respiratorias:
• Alimentar a los bebés exclusivamente con lactancia materna hasta los 6 meses, agregando a partir de esa edad alimentos complementarios adecuados.
• Aplicar a los niños todas las vacunas del Calendario Nacional.
• Evitar el contacto de los niños con personas afectadas por enfermedades respiratorias.
• Lavarse frecuentemente las manos, sobre todo antes y después de ir al baño, preparar comida o cambiarle los pañales al bebé.
• Cuidar el aire interior de las viviendas, evitando el humo de cigarrillo o de leña, y ventilando las habitaciones donde hay brasas o una llama (porque producen un gas venenoso, el Monóxido de Carbono, que no se ve ni tiene olor).
• Cuidar la casa de la humedad, evitando que se junte vapor en los ambientes para que no se desarrollen bacterias o moho.
Ante la aparición de cualquier síntoma que pueda indicar la presencia de una enfermedad, es importante no automedicarse y recurrir al médico, para obtener un diagnóstico certero e iniciar el tratamiento correspondiente.
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