La hipertensión arterial es una enfermedad frecuente que afecta a un tercio de la población adulta. Se produce por el aumento de la fuerza de presión que ejerce la sangre sobre las arterias de forma sostenida. Es una enfermedad que no da síntomas durante mucho tiempo y, si no se trata, puede desencadenar complicaciones severas como infarto de corazón, accidente cerebrovascular, daño renal y ocular, entre otras complicaciones. Se puede evitar si se controla adecuadamente.
La Dra. Claudia Barada, jefa de Clínica Médica del Hospital Santa Isabel de Hungría, nos cuenta que no se conocen las causas, o el mecanismo, que desencadena la hipertensión arterial más frecuente llamada “esencial", "primaria" o "idiopática" aunque existen factores que suelen estar presentes en la mayoría de las personas que la sufren. "Estos factores, que pueden terminar con un paciente hipertenso, son: la herencia (padres o hermanos hipertensos), el sexo masculino, la edad, la obesidad, la ingesta de sal, el consumo excesivo de alcohol, el uso de algunos fármacos y la poca actividad física o sedentarismo", indica.
"La gran mayoría de los pacientes hipertensos no tienen causa conocida y, en todos los casos, la única forma de diagnosticar es cuando la presión arterial es igual o mayor de 140/90 mmHg. En ese punto es cuando uno debe recurrir a un médico para que lo controle y le haga un seguimiento", suma esta profesional.
Dentro de los consejos que sirven para todas las personas y, mucho más importante, para pacientes hipertensos se cuentan: reducir peso corporal, reducir consumo de sal, de alcohol, de café, también realizar actividad física y comer alimentos ricos en potasio como verduras, legumbres y frutas. En el Hospital Santa Isabel de Hungría se realiza un intenso trabajo con pacientes hipertensos o con aquellos que tienen riesgo de sufrir la enfermedad.
"Desde Clínica Médica no se hace no solo atención de la enfermedad sino prevención de la salud con control médico de rutina donde se puede diagnosticar enfermedades crónicas, como hipertensión o diabetes -indica la Dra. Barada-. Y la mayoría de los pacientes tienen un exhaustivo seguimiento clínico para ver su evolución".
Otros servicios aportan sus conocimientos desde la transversalidad de visiones. Así, Cardiología puede hacer un servicio de apoyo desde la realización de diversos estudios básicos como electrocardiogramas o ecocardiogramas; o más complejos como puede ser estudios invasivos del árbol arterial (como cinecoronariografía para ver arterias coronarias) para evaluar riesgos y complicaciones cardiovasculares en pacientes hipertensos. Los cardiólogos también tratan a pacientes hipertensos y son de vital importancia cuando la hipertensión es de difícil manejo o cuando ya tiene daño cardíaco asociado.
Claudia Barada explica además que son varios los departamentos médicos que apoyan desde las distintas necesidades a este tipo de pacientes. Desde Nutrición, por ejemplo, se evalúa al enfermo con una dieta específica y detallada; Neumonología puede hacer un seguimiento de cese tabáquico, tan importante para mejorar la calidad de vida; y Nefrología se especializa en pacientes con hipertensión secundaria a enfermedades renales o cuando la misma ha afectado la función renal.
"Como sociedad debemos entender que ya no es una opción ser sedentario. Que el estrés y exigencia diaria que tenemos debe acompañarse de mejor calidad de vida y estar arraigada a buenos hábitos. Estos deberían ser la base de toda educación terapéutica, toda charla, toda prevención", resume la jefa de Clínica Médica del HSIH.
Añade que, desde su pensamiento, "debería haber una conducta desde muchos ámbitos para promover el ejercicio, la actividad física, el control médico de rutina a nivel empresarial. No entender al sobrepeso como algo estético sino como una enfermedad y toda persona que trabaje en relación de dependencia debería tener un control de rutina una vez al año".
"Como sociedad deberíamos impulsar y promover tipos de hábitos que sean saludables y, desde las empresas, entender que si se cuida a los empleados está fidelizándolos. Ese sería un camino hacia la salud y hacia el control real de las enfermedades", resume.
Recomendaciones de buenos hábitos, que nos acerca la doctora para tener en cuenta:
Promover alimentación adecuada en niños y jóvenes, con al debida consulta a un nutricionista
Reducir la ingesta de sal, a menos de 5g diarios (menos de una cuchara chica de café)
Comer cinco porciones de frutas al día
Reducir la ingesta total de grasas, en especial las saturadas
Evitar consumo excesivo de alcohol
Actividad física
Realizar actividad física de forma regular, y promoverla en niños y jóvenes
Mantener un peso normal. Cada pérdida de 5kg de peso excedido en un organismo, puede reducir la presión arterial sistólica entre 2 y 10 puntos.
Para mayor información, podés solicitar una consulta médica al 0810-999-2000
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