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El cáncer de mama es una enfermedad que se origina cuando las células mamarias comienzan a crecer sin control. Se presenta en una de cada 8 mujeres, fundamentalmente después de los 50 años, y puede estar condicionada por factores genéticos, etarios, externos, entre otros.

Detectado a tiempo, es una patología con cura que puede recibir distintos tratamientos. Y que puede ser atendida de manera interdisciplinaria. Sobre el tema, la licenciada Daiana Vidal, psicóloga de nuestro hospital, contó por qué es importante el abordaje psicológico de la enfermedad y con qué herramientas dar lucha.

“El cáncer de mama tiene un impacto muy grande para la mujer. En principio, la vivencia de la enfermedad se experimenta como pérdida del cuerpo sano ante el diagnóstico y se vive como un duelo donde sobreviene la angustia, la incertidumbre y los miedos pertinentes y ligados a la finitud. Se hacen presentes aspectos de la historia vital que generan un shock emocional y se atraviesan distintas etapas como negación, aceptación y un bagaje  emocional que es clave validar en cada momento. Por ello, considero que es fundamental el abordaje psicológico desde el comienzo”, comenzó manifestando la profesional.

Según nuestra especialista, en el acompañamiento y afrontamiento psicológico del cáncer de mama hay muchas variables individuales que dependen de la realidad de cada paciente, como su historia, sus antecedentes, su grupo familiar y su subjetividad. Tal es así que ninguna mujer vive de la misma manera que otra su enfermedad, y en base a eso la psicóloga atiende y entiende lo que la misma está atravesando. 

Sin embargo, existen algunas herramientas que en términos generales pueden servir y que, de acuerdo a Vidal, son:

• Dar lugar a las emociones que van surgiendo, brindando validación de las mismas

• El lugar de la  autoestima de cada mujer que se pone en juego en estos momentos.;

• El acompañamiento de la interpretación que esa mujer hace sobre su realidad;

• Estrategias de afrontamiento saludables, acompañando la adaptación durante el proceso, como así también la adherencia al tratamiento;

• El abordaje integral del cáncer de mama por los equipos de salud;

• La psicoeducación para el grupo familiar y acompañamiento de los referentes más significativos, para que puedan comprender la subjetividad de la paciente respecto a esta enfermedad y a ellos mismos; e

• Instancias para poner en palabras lo que se va sintiendo en cada momento del tratamiento.