El cáncer de mama es una enfermedad causada por la multiplicación anormal de las células de la mama que forman un tumor maligno. Se trata de una enfermedad que afecta mayoritariamente a mujeres de entre 45 y 70 años de edad, sobre la cual se desconocen cuáles son los causantes aunque se reconocen algunos factores que aumentan el riesgo de enfermar:
Otros factores que aumentan las posibilidades de tener cáncer de mama y sobre los cuales se puede intervenir son: el sobrepeso, el sedentarismo, el tabaquismo, el consumo de alcohol en proporciones mayores a las recomendadas.
El cáncer de mama es la primera causa de muerte por tumores en mujeres argentinas, produciendo 5600 muertes por año.
Se estima que se producirán más de 19.000 nuevos casos por año, lo cual representa el 16,8% del total de incidencia de cáncer en Argentina.
Para el cáncer de mama la detección temprana es fundamental, ya que los tumores de menos de 1 centímetro tienen hasta el 90% de probabilidades de curación.
Prevención primaria
Prevenir el cáncer de mama significa disminuir o eliminar la exposición de la mujer a factores de riesgo de forma tal de reducir las posibilidades de desarrollar cáncer de mama. La adherencia a estilos de vida saludable es una forma de actuar de modo preventivo: no fumar, evitar el consumo de grasas, realizar actividad física, moderar el consumo de alcohol. Las terapias de reemplazo hormonal y la exposición excesiva a la radiación ionizante (rayos x) también aumentan el riesgo de tener cáncer de mama.
Prevención Secundaria
La prevención secundaria consiste en la detección temprana del cáncer de mama. Básicamente hay dos formas de detectar el cáncer de mama.
La primera es por medio de la mamografía, que consiste en realizar una radiografía de las mamas. Con este estudio es posible detectar el cáncer de mama en su fase asintomática, cuando todavía la lesión no es palpable, o es mínimamente palpable, por lo cual, es posible recurrir a mejores posibilidades de cura, con tratamientos menos agresivos que los que se realizan cuando el cáncer está más avanzado.
Por eso, la recomendación es que todas las mujeres de entre 50 a 70 años se realicen un estudio mamográfico cada dos años junto a un examen físico de las mamas por parte de un profesional de la salud. Por otra parte, tanto en las mujeres de entre 40 y 50 años como en las mayores de 70 la decisión de hacer o no una mamografía debe ser personalizada. La mujer debe hablarlo con su ginecólogo/a o con su médico/a de cabecera, y valorar los pros y los contras de hacer el estudio mamográfico.
Por otro lado, hay otros métodos diagnósticos por imágenes, como la ecografía, la cual se usa en forma complementaria a la mamografía y la resonancia magnética que se emplea fundamentalmente en mujeres con fuertes antecedentes familiares y mutaciones genéticas conocidas detectadas o altamente sospechadas y en situaciones puntuales cuando exista indicación (por ejemplo: algunas mujeres con mamas extremadamente densas o que tengan prótesis mamarias).
Tratamiento
El tratamiento del cáncer de mama debe ser realizado por médicos con experiencia en su manejo. Hay distintos tipos de tratamientos para las pacientes con cáncer de mama, dependiendo del estadio (extensión de la enfermedad) y de las características de cada paciente.
Quirúrgico
La cirugía es el pilar fundamental para el control local del cáncer. La mayoría de las pacientes con enfermedad localizada (mama y ganglios), se someterán a cirugía con el fin de extirpar el cáncer de la mama. Dependiendo del estadío y el tamaño del tumor se extrae un segmento de la mama o toda la mama.
Radioterápico
La radioterapia es un tratamiento para el cáncer en el que se usan rayos x de alta energía u otros tipos de radiación para destruir células cancerosas o impedir que crezcan.
Oncológico
Además del tratamiento local (cirugía y radioterapia) existen otras modalidades de tratamientos, que se aplicarán en virtud de las características tumorales y la extensión de la enfermedad (estadio). Éstas incluyen a la quimioterapia, hormonoterapia y/o terapia biológica, y se basan en medicamentos que buscan destruir a las células cancerosas o impedir su crecimiento.
Más allá de los posibles tratamientos, es fundamental que todas las mujeres conozcan y pongan en práctica todas las medidas de prevención (tanto primaria, como secundaria) que permiten el diagnóstico temprano de la enfermedad y que, en muchos casos, salvan vidas.
Ante cualquier duda podés comunicarte con nuestro Servicio de Oncología.
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