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Todos los 25 de Setiembre se realiza una campaña de concientización sobre la DISFAGIA, que se la define como la dificultad para tragar, donde se ve afectado el transporte del bolo alimenticio (líquido o sólido) desde la boca hacia el estómago. Esta alteración puede ocasionar complicaciones como:

• Desnutrición o deshidratación: ya que la disfagia podría impedir la absorción adecuada de nutrientes y líquidos.
• Trastornos respiratorios, como neumonías por aspiración, principalmente: debido al ingreso de alimentos o líquidos a las vías respiratorias.

Algunas patologías como: ACV (Accidente Cerebro Vascular), Parkinson, Esclerosis múltiple, ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica), Miastenia Gravis, tumores, depresión, envejecimiento (PRESBIFAGIA), TEC (Traumatismo Encéfalo Craneano), Alzheimer, Cáncer de cabeza y cuello, entre otras; pueden causar disfagia con distintos grados de severidad.

Si usted presenta alguno de estos signos o síntomas debería consultar a un especialista (fonoaudióloga):

• Dificultad o imposibilidad para tragar
• Dolor al tragar (odinofagia)
• Dificultad para ingerir medicamentos o alimentos solidos
• Fatiga al comer
• Permanencia de la comida en la boca por mucho tiempo.
• Dificultad para triturar adecuadamente el alimento y formar el bolo alimenticio
• Sensación de comida estancada en la garganta
• Necesidad de carraspear frecuentemente durante las comidas
• Presencia de tos o ahogos durante o después de la ingesta
• Cambios en la voz luego de comer
• Enfermedades respiratorias a repetición
• Pérdida de peso en poco tiempo

Si la DISFAGIA y PRESBIFAGIA son tratadas a tiempo se pueden revertir estos síntomas, devolviendo la posibilidad de continuar alimentándose sin riesgos y compartiendo el verdadero placer de la alimentación. De modo que la intervención precoz es de suma importancia para el abordaje de esta temática.

En el Hospital Santa Isabel de Hungría, el servicio de Fonoaudiología evalúa clínicamente la deglución de los pacientes de riesgo, es decir aquellos que presentan algunos de los signos y síntomas antes mencionados.

Una vez evaluados se determina, en primer lugar, el régimen de alimentación adecuado para el paciente, ya sea por vía oral (boca), enteral: como una SNG (sonda nasogástrica) o gastrostomía, o parenteral; y en segundo lugar, para aquellos que se alimentan por vía oral, se define la consistencia conveniente: semisólidos, alimentos de fácil masticación o alimentos en general.

En el caso que el paciente presente disfagia se realiza intervención precoz, rehabilitando la función deglutoria para que el paciente recupere la vía oral o bien optimizar dicha función de manera segura y eficaz y así garantizar hidratación y nutrición sin generar riesgos para la salud. Desde nuestros servicios, se contempla una mejor calidad de vida para el paciente, gracias al trabajo interdisciplinario que brinda cada una de sus áreas.

Carolina Vanrell

Lic. en Fonoaudiología y Terapia del lenguaje

Mat. 1310