Sus estudios pre natales confirmaron el diagnóstico de estenosis aórtica congénita. Amara nace por cesárea con 35 semanas de gestación y desde ese momento se inicia una carrera contra el tiempo.
Con 2,230 kg de peso al momento de nacer, ingresa al servicio de neonatología del Hospital Santa Isabel de Hungría, donde se la atiende con una serie de cuidados extremos y específicos: ventilación mecánica de alta frecuencia (una modalidad de respiración especial que protege el pulmón de los neonatos), antibióticos, y medicación con óxido nítrico para estabilizar su presión arterial como así para mejorar su oxigenación. Esta es una práctica disponible solo en neonatologías de alta complejidad, ya que requiere personal altamente capacitado en su instrumentación y es un medicamento muy costoso.
Durante esta etapa de 47 días, Amara estuvo asistida por especialistas en cardiología y neumonología infantil, y el equipo de neonatólogos de nuestro hospital. A pesar de todos los cuidados, su condición desmejora día a día. Era una paciente en estado crítico y con riesgo de vida. Se considera necesario realizar un tratamiento hemodinámico urgente para tratar la válvula obstruida de su corazón.
La opción inicial, fue el traslado a Córdoba para ser atendida por un especialista en hemodinamia infantil, ya que no hay médicos de esta especialidad que residan en Mendoza. Tras realizar interconsultas con los hospitales Garraham y Guitiérrez de Bs.As. y el Hospital Privado de Córdoba, se establece la inviabilidad de su traslado, dada la gravedad de su cuadro de salud.
Ante la urgencia, el equipo de médicos decide realizar la intervención en el Hospital Santa Isabel de Hungría, que cuenta con el servicio de hemodinamia y todo el equipamiento tecnológico necesario. Al ser un servicio para adultos, se convoca al Dr. José Alonso, Cardiólogo Intervencionista y Jefe de Clínica de Hemodinamia del Hospital Garrahan de Bs.As., quien se traslada a Mendoza en remise, debido a las complicaciones en los viajes por la pandemia.
Ese domingo, víspera del feriado del 12 de octubre, el Dr. Alonso realiza el procedimiento endovascular que consiste en ingresar a su corazón con una sonda específica (catéter), que en su extremo tiene un globo que se infla a través de la válvula aórtica, liberándola de su obstrucción. A partir de allí, su corazón trabaja mejor y resuelve la insuficiencia cardíaca que ponía en riesgo su vida. En el procedimiento, participa el equipo de hemodinamia de nuestro hospital liderado por el Dr. Miguel Larribau.
A 72hs de la intervención, Amara dejó el respirador que la asistía y se recupera rápidamente mostrando signos de mejoría con el pasar de los días. Al ser un recién nacido, este procedimiento ha sido un logro para nuestra provincia. Requirió no sólo de equipos sofisticados y de alta complejidad -con los que cuenta el hospital- sino también el trabajo conjunto de los equipos de hemodinamia, terapéutica endovascular, neonatología, y anestesiología.
Lo logrado hasta acá, fue posible por el trabajo y compromiso del personal médico, profesionales de la salud, áreas de apoyo y servicio del Hospital. Destacamos la labor de los Dres. Sebastián Becerra (Cardiólogo Pediatra), Mauricio Otarola (Neumonólogo Pediatra), Alfredo Bonadé (Asesor Médico de OSPe, Obra Social de la paciente), Dras. Alma Phillips y Cintia Ezquer (Jefa y Coordinadora de Neonatología del Hospital Santa Isabel de Hungría). Y un agradecimiento especial al equipo que conformaron los Dres. Miguel Larribau Jefe de Hemodinamia del Hospital Santa Isabel de Hungría y el Dr. José Alonso, Jefe de Clínica de Hemodinamia del Hospital Garrahan de Bs.As.
En momentos donde la pandemia impone a los servicios de salud una agenda de urgencias que pareciera no detenerse, el caso de Amara nos demuestra que es posible trabajar en este contexto por más adverso que parezca. La prevención y el cuidado de la salud de la población no puede postergarse.
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